lunes, 28 de diciembre de 2009

Compartimos la mesa de la Poesía






No es fácil fallar un premio de poesía. Y mucho menos cargado de anécdotas de escritores. Almuerzo y sobremesa acompañado de sublimes amigos que derrochan un vida plagada de recuerdos.

La vida hay que vivirla. Y cada anécdota es una parte de ti mismo. Un homenaje que la vida nos hace a cada uno de nosotros. Un regalo.

Hace un año justamente compartí la mesa con Luis Alberto de Cuenca, José Mateos (Pepín), Enrique García-Máiquez y Abel Feu. Con Luis Alberto se fraguó el libro Elogio del Desierto, de José del Río y Julio Martínez Mesanza. Enrique no sabía que iba a ser padre y José Mateos sublime, sublime siempre.

Abel hace negocios donde va. Un libro por aquí, un libro por allá. Aunque la lluvia le está causando una mala pasada y le haya destrozado algunos libros. Pero malos. Él pone siempre los poetas malos abajo por si hay inundaciones.

En esa ocasión ganó un libro primerizo. Elías Marchite estaba casi inédito. El premio no tenía plica, los autores iban a pecho descubierto.





Este año la mesa la ocuparon Felipe Benítez Reyes, Julio Martínez Mesanza y Juan Bonilla, además de Abel Feu, que repite, y repetirá mientras él quiera.

El premio era secreto. Los autores iban ocultos. Pero lo de siempre. La tristeza de la Literatura. Los expertos que se “adivinan”. Aquellos que tienen oficio y beneficio pero ni puñetera idea de lo que es un poema, y mucho menos un poemario.

Felipe estuvo muy bien, genial. Contó interminables anécdotas que llenarían diez novelas. Obras mejores desde luego que las de Cercas o Muñoz Molina. Julio elegante y discreto. Hablaba cuando tenía que hablar. Respira poesía en sus venas. Juan Bonilla deslumbrante. Una lucidez tremenda y una vida dedicada a la escritura.

Aprender y callar. Escuchar y sonreír. Es lo que queda, que aún es mucho.

Ángel Mendoza se ha llevado el galardón esta vez. Y ha sido con justicia. La misma justicia de sus versos. Cuando se lea el libro Pájaro negro todos agacharán la cabeza. Un gran libro.

Por lo demás, no pararía de mencionar nombres y nombres que han salido a relucir. Pero yo sigo buscando a Pepe Cala. Me interesa cada vez más, como interesa el surrealismo a Juan Bonilla.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Los ojos de la máscara






Ya anunciaba José Juan Tablada, en carta escrita a Ramón López Velarde (en 1919), que “Los ojos de la máscara” sería un próximo poemario. Pero nunca se utilizó ese nombre. Eduardo Chirinos, autor de la edición que comentamos, sí lo ha hecho para esta antología del poeta mexicano.

Los ojos de la máscara (Renacimiento, Sevilla, 2008) nos acerca la obra de José Juan Tablada (México, 1871-1945). Edición divulgativa, de conocimiento, buena labor de Chirinos. Personalmente le hubiera dado más libertad, más extensión, más riqueza, y desde luego más recursos, para que nos hubiera llegado algo más completo del magnífico Tablada.

Con Tablada, la poesía moderna mexicana da un giro, hasta el punto de volver a nacer e influenciar en toda la lírica hispanoamericana.

La poesía pura, como sucesión de estados sustantivos, eliminación de lo explicativo y lo retórico. Una relación más enérgica de acciones y reacciones entre el poeta y las causas de emoción. Tablada en grado sumo.

Una alarma. Renacimiento debe cuidar las faltas de edición, es muy grave la cantidad de erratas que aparecen en sus libros, y en este también (el nombre del autor en la solapa, por ejemplo).


lunes, 2 de noviembre de 2009

El fin de semana perdido






He disfrutado mucho en el fin de semana. Y no lo he perdido, he ganado bastante. He leído un libro de José Luis Piquero (Mieres, Asturias, 1967). Su título El fin de semana perdido (DVD ediciones, Barcelona, 2009).

Doce años sin publicar creación propia. Y en ese tiempo ha escrito treinta y cuatro poemas que completan esta obra.

Bueno, muy bueno diría. Un gran Piquero se aparece muy maduro y lírico. Versos muy trabajados, cargados de cultura, de lecturas, de vida.

Es el mejor libro que he leído de este autor. Es una pena que publicara Autopsia en 2.004 (obra completa), ya que está incompleta y así quedará siempre.

Destaco el tono de cada verso, trabajado al más puro estilo interior, sin fisuras ni engaños. Sencillamente dignísimo.

Me quedo con algunos poemas enormes, “Fotografía” me llega al alma, pero también indico “Cuatro”, “Raquel” y “Malabaristas”.


lunes, 12 de octubre de 2009

Tras la puerta tapiada






Dice el acta del jurado que hubo mayoría, no unanimidad. Tras la puerta tapiada (Hiperión, Madrid, 2009) recibió el premio de poesía de esa editorial en su última edición. Su autor, Francisco José Martínez Morán (Madrid, 1981).

No es un poemario fresco, cargado de tópicos, a veces cansa. Destaco las referencias y la cultura pictórica del autor. Enriquecen sus poemas esas referencias, y dan un toque cosmopolita que el autor no sabe aprovechar en el libro, debido al tono indeciso y a la variedad de poemas, cortos y largos.

Dice el autor en su poema “Propósito de enmienda”:

PIENSO: “Voy a escribir poemas largos”.

Y el libro está repleto de mezclas, largos y cortos, que rompen el ritmo, desarbolan el tono, y empobrecen la actitud.

Destaco los poemas cortos. Los largos bien escritos, con oficio, con fogonazos y destellos, pero ausentes de hilo conductor.

Martínez Morán tiene tablas, y es profesor de talleres literarios. Confío plenamente que en su próximo libro nos devolverá el buen sabor de boca que con este no nos ha llegado.


jueves, 1 de octubre de 2009

El viento entre las ruinas






El premio de Poesía Miguel Hernández en su edición de 2009 recaló en José Luis Morales (Fernancaballero, Ciudad Real, 1955). Y en su obra El viento entre las ruinas (Hiperión, Madrid, 2009).

He leído el libro tres veces. Y lo he hecho por curiosidad y experimento. La obra está bien construida, muy bien diría. Los versos medidos, las expresiones justas, la originalidad en la casa (sus partes y las ruinas), el recuerdo a su padre y a su madre, las dedicatorias…

Es un libro de premios. Un poemario para ganar un premio. Veo el acta del jurado y, es un jurado para publicar un libro en Hiperión, con Munárriz incluido.

Los poemas, dignos. Pero el libro vacío de chispa, de genio, de fuerza. La ausencia de pasión ha hecho que lea tres veces el libro para intentar encontrar algo que no existe.

El conjunto de la obra lo da el título, los títulos de los poemas y el camino de versos sin fuerza.

Repito, por si no han leído bien. Está muy bien escrito, hay oficio, pero ningún beneficio para el lector.


jueves, 24 de septiembre de 2009

Biografía impura






Lleva once años sin publicar poesía y aparece este libro cargado de fuerza. El mejor Juan Cobos Wilkins (Riotinto, Huelva, 1957) nos presenta Biografía Impura (Vandalia, Sevilla, 2009).

Íntimo y personal, el autor se refleja en las distintas etapas de la vida. El camino hacia la observación. La llegada a la madurez del poeta.

Tras un breve pero aclarador y luminoso poema inicial (“Ars Vivendi”), el libro lo componen cuatro partes o cuatro etapas: El Niño, El Adolescente, El Joven y Poeta.

Poemas muy trabajados, muy conseguidos, perfectamente armónicos y bien construidos. Cobos Wilkins nos da lo mejor de su lírica, lo que tenía guardado. Su estilo permanece, su clase se distingue, pero ahora sus versos han madurado. Ha pasado las etapas de su creación hasta conseguir una obra redonda.

Cuando ojeé el libro leía a Cobos Wilkins, y leía su poesía (es su estilo). Pero tras la lectura completa, intensa y vivida reconozco que es lo mejor de su poesía, este libro es muy difícil de superar, lo tiene todo.


jueves, 10 de septiembre de 2009

La memoria frágil






José María Jurado (Sevilla, 1974) publica en la colección Abezetario su poemario La memoria frágil (Diputación Provincial, Cáceres, 2009).

Como indica el autor en la solapa, se trata de poemas escritos entre 1994 y 1999. Eso nos dice que Jurado, siendo joven, posee una amplia cultura que se traslada en los versos.

El libro lo componen treinta y nueve poemas, un gran cuerpo inicial y un final bajo el título “Poemas del Génesis”.

Las características de la obra se definen muy claramente con su lectura. Jurado es un poeta sobrio, su amplio cuerpo de lecturas y conocimiento queda reflejado en cada uno de los versos. Quienes hemos tenido la suerte de oírlo recitar, cuando leemos los poemas, cerramos los ojos y escuchamos su voz sobria, tosca y culta.

No es Jurado un poeta culturalista, aunque hay poemas que evocan reminiscencias a ello. Yo diría que es poeta descriptivo y fotográfico. Y la visión y la impronta hacen que su memoria, nada frágil, retenga y plasme. Y sepa definir y concretar los conocimientos en su literatura. No es culturalista.

Personalmente prefiero sus poemas eternos a los descriptivos. Los versos que más admiro, y más me han gustado pertenecen a los poemas “Estos días”, “Novia”, “Olvido” y el “Último poema”.

La lírica de estos poemas que destaco debe ser la base y el centro de su producción.

Magnífica obra, de futuro, de elegancia. Gran cultura y excelente descripción. José María Jurado ha comenzado su camino en nuestra memoria.


miércoles, 2 de septiembre de 2009

Resistir al Presente






David Yáñez (Cáceres, 1982), creador e intelectual muy activo a pesar de su juventud, ocupa nuestra espacio con su primer libro de poemas Resistir al Presente (Littera Libros, Poesía, Villanueva de la Serena, 2007).

Me ha sorprendido la fluidez y el dominio del lenguaje de este joven autor. No por ello menosprecio y discuto su calidad. Aunque, sí quiero resaltar, que una segunda lectura, en profundidad, hubiera depurado mucho más esta obra interesante. Y los choques que provoca en el lector, podían haber sido corregidos.

Destaco su presencia en el mundo, ajeno a fantasías. Poesía real y vida. Destaco también la propia composición del libro, original, como un CD con bonus, a veces, como una obra de teatro personal. Experto en comunicación audiovisual y autor de cortos, esta formación queda plasmada en su poesía.

Me ha impresionado su crudeza, a veces poco poética, y el realismo. Buen y digno primer libro de poemas.


lunes, 24 de agosto de 2009

Historia Antigua






A veces la nostalgia es la lectura y ésta nos lleva a los libros de siempre, aquellos que nunca se olvidan y a los que se acude en todos los momentos.

Es el caso de Historia Antigua (Pamiela, Pamplona, 1987) de Víctor Botas (Oviedo 1945-1994).

Botas fue un gran poeta y narrador, sus libros de versos destacan por su sobriedad y elegancia. Escritor tremendamente culto, utilizaba recursos que hacía suyos, y dejaba mostrar sus lecturas y su gran formación en su obra.

Historia Antigua, es para mí un libro de cabecera, como también lo son Una educación sentimental u Oigo el silencio universal del miedo.

No sobra ni un poema, y hasta las notas finales, no solo aclaran, enriquecen.

Si tengo que mencionar un poema, me quedo sin duda con “No ser en modo alguno”.


sábado, 22 de agosto de 2009

La envidia al revés






José Antonio Martín nació en Algeciras. Hace unos meses ha publicado su primera obra La envidia al revés (Sevilla, 2009). Unos días atrás tuvo la amabilidad de visitarme y dedicarme un ejemplar de su obra. La he leído con gusto, con agrado, con sonrisa de oreja a oreja. No tiene desperdicio esta curiosidad personal o capricho, o cómo el lector desee llamarlo.

El libro además de las “odas” que el autor presenta, que relatan su vida, su entorno, sus amigos, sus aficiones, su familia, se completa con una galería fotográfica de lo más curioso. Fotos verdaderas y montajes de acierto pleno.

Este “alegato vitalista” de alegre lectura, hace que agradezca a José Antonio su regalo. Tus odas no representan el mejor quehacer literario, pero sí son un reflejo de tu talante vitalista.


Mal de Escuela






Todos los profesores, de cualquier etapa educativa, incluida la universitaria, deberían leer este libro de Daniel Pennac (Casablanca, Marruecos, 1944). Mal de Escuela (Mondadori, Barcelona, 2008) no es una obra sobre la educación, es una obra sobre los malos o pésimos alumnos. Aquellos que los profesores no saben enseñar.

Con claro sentido autobiográfico (Pennac no era un buen alumno, aunque ha llegado a ser un brillante escritor francés), nos ofrece una visión actual y realista del sentido poco práctico de la pedagogía.

Fácil de leer, ameno, a veces agónico en el deseo del protagonista de aprender, y las dificultades que entraña en la sociedad del buen alumno.

La educación actual está prepara para que no existan problemas. Para que todo gire sobre ruedas. Y los malos alumnos no reciben lo que deben recibir: la educación social y comprometida por la vocación docente. Sin problemas todo marcha sobre ruedas. Pero cuando alguien se tuerce llegan los llantos.

Repito, todos los docentes, o padres, y por qué no, los alumnos, deben leer este libro de Pennac, lo agradecerán.


domingo, 16 de agosto de 2009

El tiempo y la poesía






Víctor Jiménez (Sevilla, 1957) es autor de varios libros de poesía. Hace años tuve ocasión de hablar con él de literatura y hasta ahora la pista se había perdido. La fortuna, por no decir el destino, ha hecho que vuelva a leerlo, que este nuevo encuentro se realice a través de unos poemas.


El tiempo entre los labios (Antología, 1984-2008)
(Calle del Aire, Sevilla, 2009), reúne veinticinco años de su obra. Un erudito prólogo de Fernando Guzmán Simón abre el libro (el estilo del estudio me gusta, pero desea decir tantas cosas en tan corto espacio que a veces las citas constantes confunden al lector). Guzmán Simón tiene las ideas claras sobre la poesía de Jiménez, pero no transmite los elementos esenciales.

El tiempo entre los labios contiene siete capítulos y una coda final. Todos sus poemas relacionados con el tiempo y su nostalgia, constantes en la obra de Víctor Jiménez. Buena lectura, poemas bien construidos y trabajados. Hay oficio de poeta en su lírica. Enormes poemas como “San Bernardo 10”, “Tarde de enero” , “Autor ante el espejo”, “Taberna inglesa” o “Dicen que la distancia”, para poner un ejemplo.

Tan solo debo agregar que hubiese preferido que figurase la procedencia de cada poema incluido en la antología, para así disponer de una visión más crítica de la obra.


miércoles, 5 de agosto de 2009

Teorias da Ordem






José María Cumbreño (Cáceres, 1972) ha publicado Teorías del Orden (Ediciones Sempre-em-Pé, Águas Santas, Portugal, 2008). Interesante la obra de Cumbreño, tono cosmopolita, y creación personal propia y trabajada.

El libro que hoy comentamos reúne un repertorio de su obra entre 1998 y 2008. Él mismo la define como “inventario de incertidumbre”, aunque poca incertidumbre hemos encontrado en los versos.

Libro traducido al portugués magistralmente por Ruy Ventura, conserva el tono y el signo propio de Cumbreño.

La obra se divide en tres capítulos. “Estrategias y métodos para la composición del rompecabezas”, “Límites y progresiones” y “Teorías del Orden” que da título al libro. La última parte me ha gustado mucho, sin dejar de destacar las dos primeras, pero me ha recordado tanto a la poesía de sentencias y aforismos y a Nicanor Parra, que he disfrutado con su lectura.

Buen hallazgo y mejor descubrimiento, la obra de Cumbreño hay que seguirla, y tenerla en cuenta.


domingo, 26 de julio de 2009

Poética Elemental






Enrique Barrero Rodríguez (Sevilla, 1969) es un poeta digno. He leído tres libros suyos, y sobre ellos puedo opinar y comentar.

Por orden de lectura, debo indicar que Poética Elemental (Renacimiento, Sevilla, 2002) es el primer libro que terminé. Y para mí el mejor, con gran diferencia. Ha publicado media docena de poemarios, guardando una línea y un estilo. Mantiene un tono personal, con ritmo medido. Trabaja los versos y los cuida. Digna y cuidada podrían ser las definiciones de su obra.

Fe de Vida (Ángaro, Sevilla,2007) es un poemario circunstancial. Escrito por un motivo concreto. Sus versos mantienen el trabajo, son uniformes. De buena lectura y fácil comprensión. A veces descriptivos a veces interiores.

Liturgia de la voz abandonada (Los Cuadernos de Sandua, Córdoba, 2009) es una colección de sonetos muy bien construídos. De marcado tono religioso. El autor se desnuda en ocasiones al lector con su palabra.

Y me centro en Poética Elemental. Tres capítulos bien diferenciados. El primero a la creación (sublime), el segundo a la muerte, y el tercero al tiempo.

Me han gustado mucho los poemas “Palabras para un joven poeta”, “El hombre y su máquina”, “Asilo” y “Sergio a muerto de pronto”.

Buena poesía, bien trabajada y mejor realizada. Tan sólo debo indicar que a veces está falta de garra, y de chispa. Esa chispa que se consigue en los cierres de los poemas.


jueves, 16 de julio de 2009

Ánima Mía







Carlos Marzal nos ha demostrado con anterioridad que es un gran poeta, sus libros así lo manifiestan. Siempre me gustó de Marzal su coloquialismo y fluidez. Me sentía muy cómodo con su lectura, aunque debo reconocer además que sus poemas eran brillantes y conseguidos.

Hace unos meses presentó su nuevo poemario Ánima Mía (Tusquets, Barcelona, 2009). Cinco años después de Fuera de mí.

Mantiene el tono anterior y se observa cierta madurez, a veces forzada. Como él mismo dice los cambios le llevan a la alta retórica y al abandono del coloquialismo. El libro me ha gustado en parte. Hay poemas del mejor Marzal (los más), y otros en cambios desdicen mucho.

No creo que sea su obra cumbre, ni siquiera su obra madura. Creo que debe darse cuenta de su voz y de su tono. De lo hecho hasta ahora y de su camino por recorrer. Madera tiene, y mucha para conseguirlo.

Esperamos con sumo interés un nuevo libro de esta importante voz dentro de unos años.


lunes, 13 de julio de 2009

Defensa Personal






De experimentos estamos cansados. De experimientos literarios. También nos cansamos de jóvenes prometedores que nuncan llegan a ninguna parte y de la poesía absurda y postmoderna.

Una sorpresa enorme me llevo con Defensa Personal de Juan Bonilla (Renacimiento, Sevilla, 2009). Asiduo lector de su narrativa resulta que Bonilla es poeta como la copa de un pino. De difícil inclusión en antologías (me comentaba Abel Feu, que en la suya hasta le pusieron mala cara). Merecido poeta. Merecido lector, su obra en este libro Antología Poética (1992-2006) no para de darnos sorpresas.

Fresca es su lírica, arriesgada, con clase y estilo.

Si una palabra la define esta es deslumbrante. Completamente lúcida y trabajada.

La poesía de Juan Bonilla, no está a la altura de la mejor poesía española, es la mejor poesía española.


miércoles, 8 de julio de 2009

Ahora llueve poco o nada




Publicar un libro con entradas de Blog es una tarea complicada. Antecedentes hay pocos, ninguno, y lanzarse a la piscina en esta aventura es digno de admiración.

Númenor lo hace. Con un libro de Enrique García-Máiquez , Lo que ha llovido (Rayos y truenos 2006-2008), Númenor, Sevilla, 2009.

La elección del autor, un acierto. Su Bitácora posee lectores exquisitos y exigentes, y la pluma de Enrique va mucho más allá de la contemplación o el conformismo.

De la obra. Tan sólo, y una vez más me repito, es un tremendo gozo su lectura. Entradas meticulosamente seleccionadas (me quedo con la del domingo 29 de abril y la del viernes 13 de julio, como enormes). Es sólo una elección personal y subjetiva. Todas merecen la pena. Y su Blog está ahí día a día para confirmar el talento de García-Máiquez.

De la edición, una pena. Buen papel, pero diseño interior tremendamente “modernista”, la numeración de las páginas a ras del corte inferior, y a veces el cuerpo de la letra demasiado pequeño.

Pero hay que felicitarlos a todos por el contenido. Y a Enrique por su maestría y elegancia.


martes, 30 de junio de 2009

La vida se abre paso





El libro que hoy comentamos El resplandor de la lágrima (Renacimiento, Sevilla, 2009) es el tercer poemario de Belén Núñez. Ya la nota de contraportada nos indica que es una obra “con gran carga emocional, extraña sensibilidad y una destacada tensión”. Y nos va poniendo a tono.

Lo primero que deseamos indicar es que se lee rápido, veintiséis poemas, la mayoría cortos, pero muy hilados. Aunque aparentemente algunos desentonen hay que buscar la unidad que fácilmente se encuentra.

A veces sus poemas están faltos de ritmo, aunque mantienen el tono. El poemario va creciendo en intensidad y sus dos últimos poemas son muy buenos.

“Los curas van de negro porque son
la sombra de Dios”.

Lo que más me ha cautivado de Belén Núñez es cómo cierra los poemas, con frases o sentencias, como la que da título al libro.

Como conclusión puedo indicar que es un libro digno, recomendable para su lectura, pero hubiera hecho una revisión del mismo más a fondo, y hubiera quitado reiteraciones abundantes en los primeros poemas.


lunes, 22 de junio de 2009

La sana desvergüenza






Tras terminar de leer el libro de Jesús Cotta (“Topicario”, Almuzara, 2005), he sacado dos cosas claras. La primera es que deseo ser arponero, pero no uno cualquiera, arponero de sana desvergüenza. Y la segunda es que cuando visite su Bitácora (Los días de mis noches), tendré más cuidado que nunca a la hora de realizar afirmaciones, comentarios (álogos) o simplemente sentencias. Y digo esto porque esos tópicos habituales, serán utilizados en contra de nadie.

Tras un brevísimo y desacertado prólogo de Iwasaki (Japón, Alemania o el propio National Geographic, pienso que este libro se merecía una reflexión más acorde), Cotta de forma meticulosa y ordenada realiza en primer lugar una clasificación detallada de los tópicos, una explicación de su naturaleza, para pasar a continuación a enumerar infinitud de tópicos con explicaciones del autor.

Sí, eso que decimos, que oímos o tal vez hemos negado en alguna ocasión, tiene su explicación. Una explicación personal, sincera y combativa.

Buen libro. Cotta ha utilizado el pensamiento simple y su manifestación para crear filosofía de vida. Buen arponero.

sábado, 20 de junio de 2009

El secreto es para siempre









Este título no es más que incluir en la entrada dos poemarios. El primero de Pedro Sevilla (Renacimiento) y el segundo de Carmelo Guillén Acosta (Adonais).

Aunque los títulos guardan cierta aproximación imaginada (siempre y secreto), o bien (todo y vida), he de decir, que la lectura de ambos ha deparado sensaciones diferentes. Tremendamente distantes y dispares.

El libro de Pedro Sevilla (Todo es para siempre) es fresco, correcto, en él derrocha vida acumulada y maestría. El prólogo de García-Máiquez es muy original, una mezcla de Pessoa y joven poeta metido en mudanza, y perdido literalmente en San José del Valle. Enrique es un caballero, de la cabeza a los pies. La selección le justifica, y mucho. Da gusto leer a Sevilla, no hay paja, todo es para siempre. Sus versos son para siempre. No sé si Pedro acudió a aquella Biblioteca a leer sus poemas, pero a Enrique le salvó de un mal trago, a pesar de subir los escalones de dos en dos. Y es que todo es para siempre.

En cambio el libro de Carmelo (La vida es lo secreto) es ese libro de poesía del que no puedes pasar de la séptima página (como ocurre con El señor de los Anillos, aunque este lo he leído entero). Tan perfecto, tan meticuloso, endecasílabos medidos divinamente para descubrir al final, la ausencia de realidad, de vida. Y es que la vida no es lo secreto, es lo de todos los días: levantarse y vivir, caer y vivir, y hasta preparar la propia muerte pero viviendo. De Envés del existir (obra cumbre de nuestra poesía) a La vida es lo secreto, hay un abismo. Y Carmelo no lo sabe.