martes, 30 de junio de 2009

La vida se abre paso





El libro que hoy comentamos El resplandor de la lágrima (Renacimiento, Sevilla, 2009) es el tercer poemario de Belén Núñez. Ya la nota de contraportada nos indica que es una obra “con gran carga emocional, extraña sensibilidad y una destacada tensión”. Y nos va poniendo a tono.

Lo primero que deseamos indicar es que se lee rápido, veintiséis poemas, la mayoría cortos, pero muy hilados. Aunque aparentemente algunos desentonen hay que buscar la unidad que fácilmente se encuentra.

A veces sus poemas están faltos de ritmo, aunque mantienen el tono. El poemario va creciendo en intensidad y sus dos últimos poemas son muy buenos.

“Los curas van de negro porque son
la sombra de Dios”.

Lo que más me ha cautivado de Belén Núñez es cómo cierra los poemas, con frases o sentencias, como la que da título al libro.

Como conclusión puedo indicar que es un libro digno, recomendable para su lectura, pero hubiera hecho una revisión del mismo más a fondo, y hubiera quitado reiteraciones abundantes en los primeros poemas.


lunes, 22 de junio de 2009

La sana desvergüenza






Tras terminar de leer el libro de Jesús Cotta (“Topicario”, Almuzara, 2005), he sacado dos cosas claras. La primera es que deseo ser arponero, pero no uno cualquiera, arponero de sana desvergüenza. Y la segunda es que cuando visite su Bitácora (Los días de mis noches), tendré más cuidado que nunca a la hora de realizar afirmaciones, comentarios (álogos) o simplemente sentencias. Y digo esto porque esos tópicos habituales, serán utilizados en contra de nadie.

Tras un brevísimo y desacertado prólogo de Iwasaki (Japón, Alemania o el propio National Geographic, pienso que este libro se merecía una reflexión más acorde), Cotta de forma meticulosa y ordenada realiza en primer lugar una clasificación detallada de los tópicos, una explicación de su naturaleza, para pasar a continuación a enumerar infinitud de tópicos con explicaciones del autor.

Sí, eso que decimos, que oímos o tal vez hemos negado en alguna ocasión, tiene su explicación. Una explicación personal, sincera y combativa.

Buen libro. Cotta ha utilizado el pensamiento simple y su manifestación para crear filosofía de vida. Buen arponero.

sábado, 20 de junio de 2009

El secreto es para siempre









Este título no es más que incluir en la entrada dos poemarios. El primero de Pedro Sevilla (Renacimiento) y el segundo de Carmelo Guillén Acosta (Adonais).

Aunque los títulos guardan cierta aproximación imaginada (siempre y secreto), o bien (todo y vida), he de decir, que la lectura de ambos ha deparado sensaciones diferentes. Tremendamente distantes y dispares.

El libro de Pedro Sevilla (Todo es para siempre) es fresco, correcto, en él derrocha vida acumulada y maestría. El prólogo de García-Máiquez es muy original, una mezcla de Pessoa y joven poeta metido en mudanza, y perdido literalmente en San José del Valle. Enrique es un caballero, de la cabeza a los pies. La selección le justifica, y mucho. Da gusto leer a Sevilla, no hay paja, todo es para siempre. Sus versos son para siempre. No sé si Pedro acudió a aquella Biblioteca a leer sus poemas, pero a Enrique le salvó de un mal trago, a pesar de subir los escalones de dos en dos. Y es que todo es para siempre.

En cambio el libro de Carmelo (La vida es lo secreto) es ese libro de poesía del que no puedes pasar de la séptima página (como ocurre con El señor de los Anillos, aunque este lo he leído entero). Tan perfecto, tan meticuloso, endecasílabos medidos divinamente para descubrir al final, la ausencia de realidad, de vida. Y es que la vida no es lo secreto, es lo de todos los días: levantarse y vivir, caer y vivir, y hasta preparar la propia muerte pero viviendo. De Envés del existir (obra cumbre de nuestra poesía) a La vida es lo secreto, hay un abismo. Y Carmelo no lo sabe.